En este artículo echaremos una mirada más atenta a Saturno en Libra, las reglas que gobiernan nuestras relaciones y asociaciones, ya sea para bien o para mal. Más adelante nos enfocaremos con mayor atención en el rol que juega Plutón, la transformación (Muerte y Renacimiento) de aquellas reglas saturninas y la dinámica de la cuadratura entre estos dos planetas, la tensión que nos está forzando a cambiar y crecer –morir y renacer en estas dos arenas.
LIBRA
Es posible que Libra sea el más pasado por alto, subestimado, subvalorado y devaluado de los doce signos o arquetipos. Libra y la Séptima Casa es algo más que sólo Relaciones, es el potencial humano y la posibilidad para una verdadera y real asociación –no sólo relación. Tan pronto como nos comprometemos, exploramos, comprendemos y creamos una asociación real y verdadera,-no sólo una de esas relaciones sensibleras-, tenemos éxito en este experimento humano. Cuanto más tardemos en llevarlo a cabo mayor será el riesgo catastrófico de errar. Libra es una clave, muy, muy importante. Podría ser la clave de todo el experimento.
Un factor primordial que conduce a una expresión más evolucionada de Libra es darse cuenta de la necesidad de criterio, comenzar a discernir, ver nuestras relaciones de forma crítica; para identificar si existe el potencial para desarrollar una relación y convertirla en una asociación real y verdadera, o si la interacción es intencionada para que permanezca la relación. En este estadio de nuestra evolución una real y verdadera asociación es una experiencia poco común; para muchos de nosotros puede pasar una o dos veces en la vida, o puede que ni siquiera la hayamos experimentado.
Una asociación real y verdadera requiere, e incluso insiste en que la interacción sea completamente justa, completamente honesta y equilibrada, armoniosa y donde se dé y se reciba en la misma medida. Cada persona es una parte de la asociación y ambas se juntan como partes iguales, compañeros-iguales en una asociación real y verdadera. Por otra parte, una relación puede ser cualquier cosa, puede aparecer en cualquier lugar del mapa. Podría ser maravilloso y excitante, o puede ser traicionera, devastadora y completamente desastrosa. Puede ser todo dar y nada de recibir; todo recibir y nada de dar, fuera de todo equilibrio.
No somos especialmente buenos en lo que se refiere a una asociación real y verdadera. Las buenas noticias son que no se supone que lo seamos, tampoco, al menos no todavía. Estamos en el proceso de despertar la parte Libra de nuestro Ser, para que podamos llegar a la realización (¡pronto!) del poder y la importancia de una asociación real y verdadera y cómo crearla.
Hay un cierto número de factores que hacen este proceso desde ligera a insoportablemente difícil. El problema número uno es que vivimos en una cultura que de hecho, indispone para lograr una asociación real y verdadera. ¿A qué me estoy refiriendo? En cada cultura y sociedad existen leyes (Saturno), escritas y no escritas, que gobiernan y regulan la manera en que la gente vive, incluyendo la manera en que participamos y nos conducimos nosotros mismos dentro de las relaciones. Esas leyes/reglas limitan igualmente o expanden nuestra habilidad de hacer esto. En los Estados Unidos se nos dice que estas leyes han de encontrarse en el espíritu y la letra de documentos como la Constitución, la Declaración de Independencia, la Carta de los Derechos en América, etc. Para la mayoría de la gente estos documentos son expresiones de elevados y dignos ideales. Aunque esas no son las leyes por las que nos regimos. Podría ser bueno si así fuera, pero no es así. El hecho es que la mayoría de los 300 millones de personas en los Estados Unidos nunca han leído, ni siquiera una sola palabra de ninguno de estos escritos. (…)
Entonces ¿cuáles son las reglas por las que nos regimos? Son cuatro, y son leyes crispantes, truculentas y de refunfuñar que gobiernan los aspectos personales e impersonales de nuestras vidas.
1. Cada hombre para sí mismo (la mujer ni siquiera se menciona)
2. Es un mundo de perros (unos se devoran a otros)
3. Yo obtengo lo mío, tú lo tuyo (¿Veis lo que os decía sobre desalentar las asociaciones reales y verdaderas?)
4. La supervivencia del que esté en mejor forma.
Estas cuatro leyes realmente desalientan asociaciones verdaderas y reales, pero sin embargo, alientan todo tipo de viejas relaciones basadas principalmente en lo que una persona puede obtener, no dar, a otra, o viceversa.
Saturno dice aquí: “¡Vamos, sé realista, madura!”. Sí, pero cuando mostramos el coraje de ser realistas acerca de cómo participamos y nos conducimos nosotros mismos en las relaciones.
Obviamente, no todo el mundo entra y participa en las relaciones conciente, deliberada e intencionadamente con este propósito desalentador en mente; lo que ocurre es que la competencia, la avaricia desenfrenada, la codicia y el egoísmo (característicos del capitalismo cowboy), es una urgente motivación, subconsciente extremadamente poderosa, solapada e involuntaria, que influye en diversos grados casi todas las relaciones en el mundo.
Un segundo factor clave es que mucha, sino la mayoría, de la gente nunca ha pensado siquiera acerca de una asociación real y verdadera. (…)
Viviendo bajo la influencia de las cuatro leyes arriba descritas, ciegos al poder y la importancia de una asociación real y verdadera, deambulamos confusos y aturdidos sobre nosotros mismos y los otros, entrando y saliendo de relaciones sensibleras y mezquinas y nunca crecemos. Por el contrario, nos hacemos viejos sin tener conocimiento de la realidad de Libra.
A medida que Saturno se mueva a través de nuestro cielo interno, por los próximos tres años en Libra, estaremos sintiendo (Plutón), la presión del despertar y de la Confianza en la Verdad: que las parejas y las asociaciones reales y verdaderas son claves absolutamente indispensables para nuestro sustento y éxito como humanos; esto significa que no es posible tener éxito en nuestro experimento humano, sin que sea activada, experimentada, entendida e integrada esta parte Libra en nosotros mismos, en nuestro ser, nuestras vidas y nuestro mundo.
Nuestro actual momento de apremio en la Tierra nos proporciona una clara evidencia de que esto es así. Y este tránsito de Saturno es la oportunidad de contemplar de una manera dura y brutalmente honesta el paradigma de las relaciones que hemos creado, permitirle morir y renacer como algo nuevo y mejor.
El Universo está apoyando poderosamente todo el esfuerzo que extendemos en esta dirección. (…) Desde que esta cuadratura está activa, las personas se esfuerzan hasta el punto de quiebre, como resultado de esta tensión entre las formas antiguas y nuevas de hacer relaciones. La manera tradicional de hacer las relaciones se está sintiendo (Plutón) cada vez más enfermiza y frustrante, y cada vez más la gente quiere dejarla atrás o quiere encontrar nuevas formas de ser en las relaciones.
El asunto es ¿quién romperá los límites hacia nuevos horizontes y quién se quedará varado? Es una elección que cada uno de nosotros debe hacer por sí mismo. La nueva manera requiere una capacidad para investigar nuevas reglas y generar un cambio importante en nuestro entendimiento. Este cambio no es pequeño, es realmente grande.
Mientras estas piedras angulares de nuestras vidas tiemblan, retumban y se desmoronan, nuestro reto es cambiar las relaciones en el Espíritu y la Ley Cósmica de Acuario – Uno para Todos y Todos para Uno-. Verdadera y real asociación. (…) Tenemos que encontrar nuestro camino a lo largo del sendero que nos lleva a ese Uno para Todos y Todos para Uno; que la cooperación triunfe sobre la competición, ése es nuestro reto.
Con frecuencia Saturno tiene mala fama porque en los ciclos de Saturno se nos pide que crezcamos, no que nos hagamos mayores, sino que crezcamos. Y estamos en una cultura que es alérgica al crecimiento, a la maduración, al hacerse sabios (la evidencia está en los billones de dólares que se gastan anualmente en cirugías estéticas, con tal de aparentar ser todavía jóvenes).
Saturno nos pide que demos un paso hacia el siguiente nivel de madurez (cualquiera que sea ese paso, en cualquier ciclo de nuestras vidas) y aceptar las nuevas responsabilidades asociadas con el nuevo nivel de madurez. En el caso de Saturno transitando Libra, el reto es aceptar que a un grado elevado hemos sido y todavía lo somos, más que inmaduros, en la forma en que iniciamos, nos comprometemos y nos comportamos y participamos en las relaciones. Es tiempo de crecer.
Saturno son las bases, el esqueleto, los huesos desnudos de una estructura, como los huesos en nuestro cuerpo, la estructura sobre la cual todo el resto de nuestro cuerpo se erige y depende. Nuestra ocupación para los próximos tres años no es edificar todo el nuevo paradigma para asociaciones reales y verdaderas, sino más bien, sentar las bases, el esqueleto, las nuevas reglas para el nuevo paradigma.
Después de eso tendremos cerca de un cuarto de siglo para añadirle la piel a esa estructura fundamental. Tenemos tiempo, pero no tiempo que perder. Listos o no, este proceso ya ha comenzado.
Martin Luther King decía: “o bien vivimos juntos como hermanos, o perecemos solos, como tontos”.
Puede ser difícil imaginar el grado en el cual la Tierra se transformará en los próximos catorce años y más allá. Estos son tiempos de cambios prolongados y radicales; cambios que tienen sus orígenes en las profundidades del Cosmos. La asociación verdadera y real es la clave fundamental para una Nueva forma de ser sobre la Tierra. Apenas ha comenzado.
Esperemos lo inesperado (Heráclito) y Confiemos en la Verdad. (Trust the truth).
(Continuará)
Fuente: Shamanic Astrology
Traducción: Esperanza Theis
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