El Arcano IV. El Emperador.
Representa el arte de gobernar todos los territorios. En ella se encuentra Urano en Acuario y la letra hebrea Daleth. Simboliza la autoridad y todo su poder, también la voluntad y la unidad concretada. De sus poderes surge el dominio absoluto, dentro de una realidad imperceptible y una perceptible. En lo espiritual, la virtud divina del hombre es capaz de materializarse constantemente. Es la manifestación de la vida en todo su desarrollo jerárquico. Es la solución, en el plano mental, para concretar cualquier labor, representa la afirmación y la negación. Propone la concreción de todo lo material en el plano físico, el esfuerzo rendirá frutos y permitirá obtener el poder. Nos determina que solo será necesario poner el corazón en nuestro pensamiento para que la bendición caiga sobre todo trabajo realizado con las manos. Nos predice grandes logros económicos, con muy buenas bases para grandes emprendimientos. No será fácil lograr las metas, pues habrá condiciones penosas en el camino, pero todo el esfuerzo que se invierta para lograr sus propósitos dará muy buenos resultados. Habrá ayuda por parte de los amigos, pero también las amistades representarán algún tipo de obstáculo. En un mismo momento la suerte se presentará a favor y en contra.
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