jueves, 26 de noviembre de 2009

TRABAJANDO CON LOS ARCANOS MAYORES: LA PAPISA O LA SUMA SACERDOTISA






Es la clave de acceso a los profundos misterios del ser humano. Al verla comprendemos que estamos delante de un enigma. El libro sobre sus rodillas está abierto y sus letras podrían ser legibles si llegáramos a acercarnos lo suficiente a ese misterio que ella representa. Es el Libro de la Vida, el Registro de los Anales Akáshikos, donde se guardan todos los eventos de la memoria. Pero para acceder a ese conocimiento necesitamos introspección y un cierto alejamiento del mundo y de lo cotidiano. Necesitamos la soledad de nuestra alma para encontrarnos con esas verdades ocultas que están inscritas en ella.

La Papisa podría representar ciertamente, nuestra propia Alma, la que en verdad nos conoce, en ésta y en todas nuestras vidas. Por lo tanto, podemos verla como una fuente de sabiduría ancestral. Está asociada con el chakra del tercer ojo que nos ayuda a desarrollar nuestras capacidades de visión interna. Su aparente pasividad está explorando con sumo detalle los insondables espacios internos. Posee capacidades extrasensoriales muy desarrolladas, como la clarividencia, la telepatía e incluso, la bilocación. Con lo que esa pasividad es sólo aparente, hay un despliegue inmenso de actividad que trasciende los sentidos. Esto se puede desprender de la simbología de los colores de su ropa.

El acceso a ese reservorio de sabiduría y conocimiento profundo que nos aporta el estudio de la Suma Sacerdotisa requerirá de manera especial, de nuestras habilidades previamente desarrolladas, para la concentración. La energía se halla en la Sacerdotisa en enorme densidad; por causa de esto el acceso a ella puede ser peligroso y en muchos casos desaconsejable, si no se manejan los propios poderes de atención y concentración que aporta El Mago, con la debida maestría.

Ella es en sí misma, El Castillo donde mora el Conocimiento. Y, sin entrenamiento previo, el no iniciado en los misterios puede malinterpretar el verdadero sentido de la sabiduría que se le presenta a su mente no trabajada. Una mente inquieta e indócil perderá rápidamente pie en un sendero tan abrupto como aquél que lleva a la Verdad más alta, y caer irremediablemente en la misma locura.

Pero en cuanto comenzamos con el trabajo de este arcano recobramos poco a poco, las memorias más lúcidas, hasta de nuestros más lejanos recuerdos. Nuestra visión se amplía y puede finalmente permitirnos, allanar el camino que nos separa del autoconocimiento. Es un trabajo largo y en algunos momentos puede llegar a volverse tedioso, pero en ningún caso, la paciencia y el método que requiere el trabajo con la Papisa nos dejarían secuelas desagradables en la mente. Pues su condición observada con precisión nos lleva por el camino sin riesgos ni traumas.

Es inevitable al enfrentarnos al misterio que representa la Papisa encontrarla vinculada estrechamente con las fuerzas oscuras de nuestra psique, que son al mismo tiempo el enorme potencial de nuestra realización. La habilidad para adentrarnos en el mundo de nuestras Sombras de la mano de la Papisa nos puede permitir rescatar y traer a la luz esa energía oscura que no es más que nuestra luz oculta.

La luna es el satélite que rige el movimiento de la Papisa en la psique, y su dualidad se manifiesta también en ella, mostrándonos aquello que desconocemos de nosotros mismos bajo un velo de desdoblamiento; que puede tornarse tanto atractivo como repulsivo, en la medida en que nos acerquemos a nuestra propia verdad. La dualidad de la Papisa siempre será evidencia de nuestra propia escisión interna. En este aspecto, la papisa puede ayudarnos a volver a unir lo que está separado, si trabajamos al mismo tiempo con el Arcano de El Enamorado.

Cuando necesitamos conocer la verdad de una situación que se ha prolongado demasiado, la ayuda de este arcano será crucial aportándonos la intuición necesaria para esclarecer todos los enigmas. Su aparición permitirá que se realice nuestra comunicación con el subconsciente de una manera más rápida y segura. Esta imagen corresponde evidentemente al arquetipo de la Sacerdotisa sabia de la Diosa, la Chamana y la curandera. Ella conoce los remedios necesarios para curar la mente humana y si trabajamos este arcano desde la perspectiva sanadora, el primer indicio de su influencia será alcanzar poco a poco, una mente libre de conceptos e ideas fijas.Será la Maestra que transmite el conocimiento directo de la Diosa; El Ánima y la Energía Divina Femenina en el Inconsciente Colectivo.
Recordemos que cada arcano puede ofrecernos un juego de múltiples posibilidades. (Para más detalles sobre la Papisa, leer post La Emperatriz).
votar