jueves, 14 de abril de 2011

Dialogando con los Arcanos Mayores. El Emperador




Continuamos con la serie de los arcanos mayores de Marsella.
El día de hoy ha aparecido el arcano nº IV el Emperador.

La majestad de este arcano nos recuerda épocas lejanas que remontan nuestra memoria a los personajes heroicos medievales. El arquetipo al que responde el Emperador es la imagen del Padre, de la autoridad paterna. El benefactor y protector de la tribu, pero también el que rige, reglamenta y distribuye la ley. No el que la ejecuta.

El Emperador nos recuerda que es necesario tomarse las cosas con seriedad cuando es importante llevarlas a buen término, la disciplina y el trabajo bien hecho, son prioridades para él y es muy riguroso en estos temas, pero los resultados lo valen, pues el Emperador es próspero y tiene la capacidad casi inmediata de materializar todo aquello en lo que se enfoca. Podría decirse que el Emperador es en el mundo ordinario, la personificación de la Ley de la Manifestación. Todo lo que la Emperatriz concibe él lo materializa.

Por ser la Ley él mismo, su brazo es inquebrantable. Esto puede llevar a la larga hacia cierta rigidez en las formas y en el carácter, a aquellos que estén signados por el arcano nº IV. Sin embargo la extensión de la protección que su brazo les ofrece no tiene límites. Suelen ser personas con la tendencia a encontrar experiencias o tratos de lidia con la ley; ya sea para bien, o para mal. Lo cierto es que los signados por el Elmperador son sus protegidos, ya sea que tengan que aprender la lección o ya la hayan aprendido y estén ejecutando sus órdenes.

Se trata pues, de un Soberano. Un hombre para quien las puertas siempre estarán abiertas, pues ante su poder todo se rinde, si es necesario (y dependiendo de los otros arcanos que lo rodeen), se hará obedecer por la fuerza. Él manda y él siempre tiene la última palabra. Sólo será débil de carácter si el Diablo o el Colgado están demasiado cerca. El uno por el vicio, y el otro por el exceso de compasión.

Es un arcano muy propicio cuando nos encontramos inmersos en el caos. El Emperador pone orden y prioriza, clasificándolo todo en categorías fácilmente identificables, pues a él no le gusta perder el tiempo. Su aspecto más benévolo, lo muestra como un hombre entre los 57 y los 63 años. De cabellos blancos, pero todavía de corazón alegre, que recuerda sus años más jóvenes con nostalgia, pero sin acritud.

Es tan generoso que da más de lo que se espera de él, particularmente si se encuentra muy cerca del arcano el Sol. El número 4 asociado a este arcano posee un significado cabalístico de nuevo comienzo, pero en un nivel más elevado y refinado. Lo que le da al Emperador ese poder que ostenta con tanto orgullo. Muestra de que ya ha realizado parte de su trabajo y se encuentra a mitad de camino entre el nacimiento y la muerte.

Es el Principio Masculino complementario del Femenino, necesario para la creación.

Un juego interesante que podemos llevar a cabo para trabajar con el Emperador, sería el siguiente:

Cuando necesites disciplina para llevar adelante algún tema en tu vida, saca esta carta aparte de las demás, de tu mazo de tarot. Colócala en el centro de la mesa de lectura y baraja el resto del mazo mientras estás enfocando tu mente en el asunto en cuestión. Colocarás tres cartas más en la mesa. Una debajo y a la izquierda que representa los pro del asunto. Otra debajo y a la derecha, esta carta se refiere a aquello que se opone al tema de tu consulta. Y finalmente, arriba, sobre la cabeza del emperador, la última carta, ésta es la conclusión. Se relaciona directamente con tu tema y es la respuesta que te ofrece el Emperador para resolver tu situación.

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